martes, agosto 08, 2006
¡Al abordaje!
Pues no todo iban a ser discos. Hoy tenemos el inmenso y salicílico placer de recomendarles la ópera prima -en cuanto a novelerías- de nuestro gran amigo y consejero don José Torregrosa, sultán de Fucobuxán y figurín de salón de té.
Dice el interfecto que es una novela que espanta a algunos (que la califican de inmoral, malvada y responsable de siete conspiraciones judeomasónicas), pero la cosa está en leerla con sentido del humor -y del amor-.
Les confieso que aun no he terminado el libro, pero Abordajes tiene el regusto de la literatura de siempre: el descaro y la imaginación de Vian, la poesía alucinada de Céline, la mala leche y la perversidad de Faulkner, la astracanada de Jardiel Poncela...
Y dirán: pero este tipo está majareta; no ha terminado de leer la obra y nos sale con estos cuentos.
Pues sí, salgo con estos cuentos porque el chaval lo merece, porque me da la gana y, además, porque es verdad. Dicen los empleados de las casas editoriales que con sólo leer la primera página de una obra ya puede uno saber si aquello es bueno, regular o malo de solemnidad. Pues eso. Que la lean. Yo todavía estoy en ello.

Ah, y es un folletón. Y por entregas. ¡No se lo pierdan, señoras!